A P I E   I n f o r m a

Boletín periódico bimensual | Número 13 - Octubre de 2010

El desarrollo y la matriz energética

Señalamos la importancia de este sector en su contribución al progreso del país, dado que su influencia actúa directa e indirectamente en el aumento de todas las actividades productivas.


Argentina es un país cuya tasa de crecimiento no está de acuerdo con sus índices potenciales, que debe tomar una serie de medidas para imprimir a su desarrollo una velocidad tal, que pueda proyectarse por la vía del progreso económico y social.
Existen las condiciones para ello en la medida que se reaccione en forma enérgica frente a los pasos negativos que se han llevado a cabo principalmente en la década de los 90.
El desarrollo de las fuentes de energía es un factor de vital importancia. Pero no es el único.

Como expresó la “Organización Europea de Cooperación Económica”, “el agua y las materias primas, la calificación del capital humano, los medios de transporte, la fertilidad del suelo y la variedad del clima, desempeñan también su papel, pero en último término, la posibilidad de disponer de una cantidad suficiente de energía es una condición necesaria a todo desarrollo”.

Programación energética y proyección de la demanda

Dada la clara dependencia entre desarrollo económico y desarrollo energético, surge el primer problema para todo programador: disponer de un plan económico nacional que evalúe la demanda energética futura, su localización y en especial la demanda eléctrica.

Esto posibilita el estudio, la selección y programación de centros de generación y sistemas de transmisión y/o transporte y distribución óptimos a las necesidades del país.

Se debe pretender y asegurar que definitivamente se estudie y encare un real plan de desarrollo, con criterio nacional, con obras de infraestructura a lo largo y ancho del país, las de energía en particular, con equidad y justicia, que permita afianzar la situación económica actual, fijando metas de corto, mediano y largo plazo.

Debemos señalar, dolorosamente, que en Argentina se ha hablado con exceso de planes, pero nunca los hemos tenido en la verdadera acepción del vocablo.

Creemos necesario insistir en la importancia fundamental de una planificación concebida con criterio moderno, utilizando los recursos operativos que suministra la alta tecnología actual, basada en el uso de computadoras electrónicas, y partiendo del hecho esencial de que las principales palancas de la planificación deben estar al servicio de la economía y concurrir al éxito de sus resultados.

Los fracasos reiterados de los sucesivos y a veces superpuestos planes denominados de desarrollo económico, que se han elaborado en nuestro país desde hace décadas, radican en su excesivo verbalismo y en su característica común meramente orientadora e indicativa. Cabe agregar que el sistema de la libre empresa, la vigencia cada día más creciente de los monopolios internacionales, que no se sujetan a las indicaciones de la planificación, determinan su inevitable fracaso.

La previsión, con suficiente anticipación, particularmente para la demanda electroenergética, se debe a ciertas características propias de este sector, que son:

La oferta de energía se debe adelantar a la demanda (en sus dos formas, de bien de consumo final y su utilización como factor de producción); período de tiempo grande entre la decisión de construir una instalación de generación y el momento que entra en servicio; las inversiones de capital son elevadas (alta densidad de capital por unidad de producto); imposibilidad de almacenar el producto; tiene un alto grado de dinamismo aún en épocas de crisis.

Hoy estos problemas se agravan, dado que el país ha entrado en un período de crecimiento del PBI; hay mayor producción lo que genera una creciente demanda.
La crisis energética

Argentina no puede ser considerada en la actualidad como un país petrolero ni gasífero. Según últimas consideraciones, nuestras reservas son para el petróleo, 10 años y para el gas, 17 años.
Sin embargo el 90% de la energía que se produce y consume es petróleo y gas natural. De aquí se deduce, la necesidad de buscar fuentes alternativas. (Cuadro 1) Fuente: Secretaría de Energía de la Nación.


Balance Energético 2003 (Cuadro 1)

En miles de toneladas equivalentes de petróleo (TEP

Producción

Miles de TEP

%

Energía hidráulica

3646

4,2

Nuclear

2213

2,6

Gas natural

39818

46,3

Petróleo

37079

43,1

Carbón mineral

53

0,1

Leña

806

0,9

Bagazo

749

0,9

Otros primarios

1642

1,9

Total

86006

100,0

       Ver valores y situación actual en presentación del Ing. Pablo Frezzi   en     
                           Panel sobre la Matriz Energética del 20-08-2010
                                                 www.apie.com.ar

Si no seguimos explorando, las mencionadas reservas se agotarán y terminaremos en lo peor que nos pueda ocurrir: pasaremos a ser importadores de hidrocarburos.

Actualmente tenemos la necesidad de direccionar las reservas hacia el mercado interno y disminuir la exportación.

Las causas de la crisis actual provienen de antes que asumiera el actual Gobierno Nacional.

Desgraciadamente, al no tomar las medidas conducentes, frente a un arranque en el crecimiento de la economía; al no encarar la ejecución de las obras de corto, mediano y largo plazo, explicitadas anteriormente, nos han hecho perder años para la toma de medidas de fondo. Solo se encararon medidas paliativas como fueron: planificar la reducción del consumo; importar gas de Bolivia (con las obras necesarias a ejecutar); importar electricidad de Brasil; igualmente petróleo de Venezuela; limitar la exportación de hidrocarburos; haber evitado o disminuido el diferendo con Chile; etc.

Se tendría que haber considerado y aplicado la combinación más conveniente de las diversas fuentes disponibles para atender las mencionadas necesidades futuras (hídricas, térmicas, nucleares, eólica, etc.).

Sin obras plurianuales, pondríamos en peligro un mayor crecimiento autosostenido; no recuperaríamos más rápidamente lo perdido y se crearía desconfianza en el futuro tanto para las pequeñas, medianas y grandes empresas.

Dice Antonio Elio Brailovsky , profesor titular de las Universidades de Buenos Aires y Belgrano : “El modelo de depender de un único recurso energético es de una vulnerabilidad extrema, por lo cual la mejor alternativa es diversificar al máximo la oferta energética. Todas las formas de generación energética presentan algún tipo de problema, por lo cual es preciso balancear las ventajas e inconvenientes de unas con las de las otras. Existen alternativas para utilizar los recursos naturales y la tecnología local, que pueden desarrollarse con alta eficiencia y niveles bajos de impacto ambiental. Solo que para hacer algo en lo que “el mercado” no se interesará hasta que sea demasiado tarde, son necesarias políticas públicas”

Creación de una empresa nacional
No disponemos de suficiente información sobre la creación y planes globales de Energía Argentina Sociedad Anónima (ENARSA).

En cuanto a nuestra posición de siempre en lo referente a la participación del Estado, desde ya expresamos nuestra discrepancia con el Editorial del Diario La Nación (16-05-04). Particularmente cuando dice: “La experiencia argentina es suficientemente demostrativa de la incapacidad del estado para ejercer con eficiencia actividades empresariales” Y sobre esto se viene polemizando desde la década del 80 del siglo XIX.
¿Es que acaso no se ha petardeado a las empresas del estado, poniendo en su dirección a personajes que coincidían con el mencionado Editorial, para desprestigiarlas y crear en la opinión pública que el mejor administrador es el privado?

Nosotros no somos estatistas a ultranza, pero afirmamos que existen ciertos sectores estratégicos al interés nacional que deben estar en manos del Estado. Solo éste puede asegurar el balance, la programación y estructuración de los recursos energéticos.

Esta posición es la más indicada en cuanto a la defensa de los intereses de la Nación.

Ya en el año 1964, en el “1er Seminario Electroenergético Nacional”, organizado con particular éxito por nuestra Institución, con notable participación del estado y del sector privado, decíamos:
“Urgir a los poderes públicos la inmediata formulación de un Plan Nacional de Desarrollo que fije metas globales y sectoriales a mediano y largo plazo”.

”Que se cree un ente nacional de energía, autoridad máxima, que programe y coordine los esfuerzos de los organismos existentes (A.yEE.,Y.P.F, Y.C.F, Gas del Estado, Empresas y Direcciones Provinciales de Energía, etc.), que tome decisiones y las proyecte en realizaciones concretas”.

Esperamos que ENARSA sea el primer gran paso en este sentido.
Hay mucho por hacer y defender. Solo a través de una planificación estatal, con inversión pública que a su vez arrastre a la inversión privada, se logrará encarar un desarrollo nacional y regional que mire el interés de la Nación Argentina, con equidad y sin postergaciones para nadie.

Ing. Luis Chernicoff

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